Alexa, el asistente virtual de Amazon desde hace más de 9 años, recibió una actualización importante ya que se potenció con Inteligencia Artificial, lo que le permitirá a la empresa ofrecer un servicio similar al que brinda ChatGPT y modernizar su sistema.
Amazon anunció la noticia en un evento que se desarrolló en su segunda sede, que se ubica en Arlington, Virginia. En el encuentro, los directivos comunicaron que entrenaron a Alexa con IA Generativa para que pueda ser capaz de crear textos, imágenes y contenidos a partir de datos preexistentes.
La gran ventaja del cambio es que el asistente de la compañía podrá entablar conversaciones más profundas y fluidas, responder dudas de una manera más abarcativa y eliminar la necesidad de que los mensajes de los usuarios comiencen con el clásico “Alexa” en todos los chats.
La renovación de Alexa en Amazon
Con el boom de la Inteligencia Artificial tras el lanzamiento del chatbot de OpenAI y el desarrollo de Bing por Microsoft y Bard por Google, la compañía liderada por Jeff Bezos se introdujo al mercado para que su asistente de voz ofreciera las mismas posibilidades.
Si bien hasta el momento se encuentra en etapa de “pre estreno”, esto quiere decir que las capacidades están en curso, algunos clientes ya podrán utilizar el asistente de voz para solicitarle aquello que desean.
El vicepresidente senior de dispositivos y servicios de Amazon, Dave Limp, aseguró que el servicio estará disponible en todos sus aparatos en los próximos meses. “Va a llevar algún tiempo integrar estas tecnologías en la amplia superficie que es Alexa. Pero soy muy optimista y creo que vamos a empezar con buen pie”, expresó en la presentación.
Los objetivos de Alexa
Hasta el momento, el funcionamiento del asistente estaba limitado a funciones básicas. De ahora en más, como explicó Limp, el sistema tendrá que adoptar un estilo personalizado para cada cliente y abandonar su estado robótico e indistinto para cada usuario.
Sobre esto, el dirigente de Amazon brindó un ejemplo de lo que se podrá realizar: “Alexa, enciende la cafetera, abre las persianas, atenúa las luces del estudio y pone las noticias de la mañana’. Y se crearía una rutina». Además, el trabajo de los programadores estuvo centrado en la precisión para evitar las inexactitudes que surgieron con otros chatbots.
Este es el motivo de lanzar una versión preliminar, así se pueden descubrir todos los errores que desvíen de su camino al asistente, como fue el caso de Microsoft con Bing. En este sentido, se tomaron medidas preventivas, siendo la más importante el recordatorio a las personas de que están hablando con una máquina, evitando que esta última se comporte o intente imitar con fidelidad las acciones de un ser humano.