El co-director de “Vengadores: Endgame”, Joe Russo, recientemente brindó una entrevista al medio Collider en la que se animó a profetizar sobre el futuro de las Inteligencias Artificiales y cómo éstas podrían afectar la forma en la que se escribe y produce cine y televisión: “Todo va a evolucionar, y puedes evolucionar con ello o quedarte atrás”.
Russo no tiene dudas de hacia dónde se dirige el desarrollo tecnológico, ya que considera que solo en un par de años, uno le podría solicitar a la IA que genere una historia audiovisual con determinados parámetros. En esa línea, el cineasta dio el siguiente ejemplo: “Quiero una película protagonizada por mi avatar fotorrealista y el avatar fotorrealista de Marilyn Monroe. Quiero que sea una comedia romántica porque he tenido un día difícil”.
Dicho ejemplo es ideal para pensar los niveles de impacto que la tecnología puede tener sobre la creación de nuevos audiovisuales: por un lado está el nivel del relato, es decir, la historia, que puede tener la forma de una sinopsis argumental o incluso un guión con diálogos detallados; por el otro lado, se encuentra el nivel de la representación, compuesto por imagen y sonido.
En cuanto al nivel del relato y como bien expresa Russo, en un futuro podríamos pedirle a una IA que elabore una historia, simplemente dándole ciertos parámetros a seguir. Pero quizás lo más impactante estaría sucediendo a nivel de la representación, la Inteligencia Artificial podría emplearse con muchos fines: recrear la imagen e incluso la voz de una estrella fallecida (como en el ejemplo de Russo), crear versiones jóvenes de actores o actrices entrados en la tercera edad, o darle la oportunidad a un performer que ya no puede trabajar, de seguir brindando su imagen para la producción de nuevo contenido (tales son los rumores, por ejemplo, en el caso de Bruce Willis, que ha tenido que dar un paso al costado después de ser diagnosticado con demencia frontotemporal).
No hay dudas de que a Joe Russo le fascina aquello que se asoma por el horizonte, según él, se trata ni más ni menos que de la democratización del arte de contar historias: “cualquier podría contar una historia o desarrollar un juego a gran escala, con la ayuda de un motor fotorrealista y herramientas de IA”.
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