Hace tan solo un par de semanas, el Parlamento Europeo aprobó un proyecto de regulación del uso de la Inteligencia Artificial (IA) en la Unión Europea (EU), lo que da inicio a un periodo de negociación con los representantes de los 27 Estados que forman parte del bloque.
El objetivo de la normativa aprobada (con 499 votos a favor, 28 en contra y 93 abstenciones) es regular la Inteligencia Artificial según el nivel de riesgo que represente: a mayor riesgo para los derechos humanos o la salud de la población, mayor serían las obligaciones de los sistemas tecnológicos. Algunas de las actividades ya clasificadas como de “alto riesgo” están relacionadas al uso de IA en infraestructura crítica, educación, recursos humanos, orden público y gestión de la migración.
El Parlamento también sumó condiciones con las que se busca encauzar a los futuros desarrollos tecnológicos y prevenir que las IA impliquen daños a la salud humana, la seguridad, los derechos fundamentales e incluso el medio ambiente, entre otros. Por ejemplo, algunas de las medidas incluídas en el paquete tratan de la prohibición del uso generalizado de sistemas automáticos de reconocimiento facial en lugares públicos, ya que se considera como una práctica que vulnera derechos. Lo mismo aplica para el uso de IA en vigilancia biométrica, reconocimiento de emociones y vigilancia predictiva.
La normativa también incluye requisitos especiales para los sistemas de IA generativa, como ChatGPT y DALL-E (sistemas capaces de producir código, texto, imágenes, audio y más), como por ejemplo, la obligación de informar a los usuarios que el contenido fue producido por una máquina y no un humano.
Para el Parlamento Europeo, lo que sigue a continuación es una etapa de negociación directa con los 27 países que conforman a la UE, con el objetivo de tener un acuerdo sellado para finales de este mismo año. Después, y dado que la normativa no entraría en vigor por algunos años más, la UE tendrá que sentarse a negociar un marco previsional y voluntario con las empresas de tecnología que desarrollan las IA. Esta es una de las primeras normativas de su tipo en ser establecidas, lo cual sienta un precedente histórico a nivel mundial.
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