Virgin Galactic fue fundada en 2004 por Richard Branson con el objetivo de proporcionar vuelos espaciales suborbitales tripulados, lanzamientos suborbitales para misiones científicas y lanzamientos orbitales para satélites pequeños.
Este año, casi dos décadas después, el avión cohete Unity logró realizar su primer viaje comercial al espacio. Esta victoria para VG llega después de años de desarrollo y de haber rozado el fracaso rotundo después de que el primer prototipo de vehículo (llamado Enterprise) se rompiera durante un ascenso de prueba en 2014, matando a un piloto y dejando a otro en grave estado.
El último jueves de junio fue el día elegido para la misión. Unity se elevó sobre el desierto de Nuevo México para que tres científicos italianos pudieran realizar experimentos en condiciones de ingravidez. El resultado fue el primer viaje comercial de la firma de Branson, lo cual da inicio al siguiente capítulo de esta saga: ahora Virgin Galactic debe comenzar a cumplir con las más de 800 personas que compraron boletos para viajar en Unity. Cabe resaltar que varias de esas personas llevan esperando más de una década para tener la oportunidad de visitar el espacio y la mayoría aún tendrá que esperar más: Unity sólo puede transportar a unos pocos pasajeros a la vez, a razón de una salida por mes. En vías de mejorar esta frecuencia de viajes es que la firma planea presentar una nueva clase de aviones cohete para 2026. Estos nuevos vehículos podrían salir hasta una vez por semana.
Con respecto a la misión del jueves pasado, Michael Colglazier, Consejero Delegado de Virgin Galactic, declaró: “Este vuelo histórico ha sido nuestro primer vuelo comercial y nuestra primera misión dedicada a la investigación comercial, marcando el comienzo de una nueva era de acceso frecuente y fiable al espacio para pasajeros e investigadores privados”.
Unity es un vehículo suborbital, lo cual significa que no puede alcanzar la velocidad y altitud necesarias para mantenerse en el espacio y dar la vuelta al mundo. Es una nave diseñada para ofrecer a sus pasajeros unas vistas muy impresionantes en la cima de su ascenso y permitirles experimentar la ausencia de gravedad durante algunos minutos.