ALOFT: una misión argentina, dos nanosatélites únicos

La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) trabaja en el desarrollo de dos nanosatélites (de aproximadamente unos 20 centímetros por 10 centímetros) que funcionarán como demostradores tecnológicos para probar la comunicación entre satélites y la posibilidad de volar uno en relación al otro. Esta misión, llamada ALOFT (tecnología de vuelo autónomo en formación de órbita baja, en inglés, autonomous flight technology in low orbit formation) apunta a realizar las primeras pruebas de funcionamiento en el espacio entre 2025 y 2026.

Los satélites son herramientas hiper complejas con diferentes subsistemas que, tradicionalmente, funcionan uno en relación del otro. Es decir, un satélite cuya función principal es la captura de imágenes ópticas debe tener cámaras, un centro de procesamiento y otro de transmisión de datos a la Tierra, además de los propios sistemas de navegación y manejo de energía. El riesgo en este tipo de satélites, es que si uno de los múltiples sistemas falla, todo el satélite puede quedar inutilizado, debido a que una vez en órbita no se pueden realizar reparaciones o reemplazos de partes ni tampoco actualizaciones de sistema. 

De ahí que la idea de poner en órbita una constelación de satélites fue ganando tracción: con una tecnología así, las funciones de cada uno de los subsistemas puede ser desempeñada por un satélite independiente que esté en comunicación con los demás. Entonces, en lugar de tener un solo satélite que desempeñe todas las funciones, podríamos tener uno que capture las imágenes, otro que las procese y un tercero que transmita la información, todos comunicados entre sí y funcionando de manera colaborativa. Otra posibilidad que presenta el tener varios satélites distribuídos en vuelo, es la de adquirir datos de manera simultánea de una misma escena en la Tierra pero desde múltiples puntos de vista. 

En este tipo de constelaciones cada satélite tiene distintas necesidades de potencia, vida útil y mantenimiento de funciones, por lo que las misiones ahorrarían en costo mientras verían un aumento significativo en la eficiencia de los sistemas en comparación con el esquema tradicional de un satélite multifunción único.  Si bien ALOFT está en etapa inicial de desarrollo, se espera que entre 2025 y 2026 ambos nanosatélites estén en órbita y comunicados, a unos 600 km de la superficie de la Tierra y a pocos kilómetros de distancia entre sí.

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