Si tuviésemos que definir qué es una inteligencia artificial, podría ser algo así: es un programa de computación diseñado para realizar determinadas operaciones que se consideran propias de la inteligencia humana, como el autoaprendizaje. Suena bastante sencillo, ¿verdad? Pues no lo es, y dados los monumentales avances que esta tecnología ha tenido en tan poco tiempo, es necesario que empecemos a ahondar un poco más en su complejidad, en un intento por comprenderla antes de que sea tarde.
Las tecnologías de IA se clasifican según su capacidad para imitar características humanas, actualmente conocemos 3 etapas de clasificación:
- Inteligencia Artificial Estrecha (ANI)
Se llama así porque se enfoca particularmente en una sola tarea que realiza de forma repetitiva dentro de un rango predefinido por sus creadores. Estos sistemas se entrenan empleando un gran conjunto de datos y pueden tomar decisiones o realizar acciones basadas en ese entrenamiento. Una ANI puede igualar o superar la inteligencia y eficiencia humana pero solo en esa área específica en la que opera, motivo por el cual también se la conoce como “IA débil”. Carecen de autoconciencia y de cualquier otro rasgo de inteligencia humana.
- Inteligencia Artificial General (AGI)
Esta categoría se alcanza cuando una máquina adquiere capacidades cognitivas a nivel del ser humano, en otras palabras, cuando puede realizar cualquier tarea intelectual que realiza una persona. También conocida como “IA fuerte”, es el siguiente paso en la evolución de la tecnología y su surgimiento en el mundo podría ser tan disruptivo que ya desde marzo de este año comenzaron a circular pedidos por parte de los expertos para frenar el desarrollo y darle la oportunidad a la humanidad de ponerse a tono en materia de legislación y medidas de seguridad.
- Súper Inteligencia Artificial (ASI)
Tercer y último estadío de las IA, ocurre cuando la inteligencia artificial supera a la inteligencia humana. Según los teóricos del tema, cuando una máquina logre tener una inteligencia igual a la del ser humano, su capacidad de multiplicar dicha inteligencia de forma exponencial a través de su propio aprendizaje autónomo haría que en poco tiempo nos supere y de forma arrolladora. Esto se debe a un proceso llamado superación personal recursiva, que permite a una aplicación de IA mejorarse de forma continua, en un lapso de tiempo que la humanidad no podría empatar.
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