Diez años atrás, Interstellar se estrenó en los cines de todo el mundo y cautivó a los fanáticos del cine. La película, que sigue a un grupo de astronautas en un futuro en el que la Tierra se volvió inhabitable para los humanos, presenta a Tars, un robot que hace tan solo una década era parte de la imaginación de los realizadores de un film de ciencia ficción y que hoy se volvió realidad.
Más allá de que no se haya podido reproducir a escala, algo que suena ilógico teniendo en consideración que Interstellar ocurre en un futuro lejano, un fanático de la película trabajó por más de dos años para darle vida a uno de los personajes más recordados del ya clásico de Hollywood. La presentación de Tars se viralizó por las redes sociales.
Cómo es Tars, el robot de Interstellar que se convirtió en realidad
El dispositivo logró ganarse el cariño de los fanáticos del film porque tenía la capacidad de interactuar con alguno de los personajes, lo que recuerda a otros clásicos personajes de la ciencia ficción en el cine, como es el caso de R2-D2 en Star Wars o incluso de HAL 9000 en 2001: Odisea en el Espacio. Y el avance de la tecnología permitió volverlo realidad.
Para el desarrollo de un Tars en miniatura, que tiene la capacidad de ver a través de una cámara e incluso de interactuar con el contexto que lo rodea fue gracias a la implementación de la Inteligencia Artificial, que se encuentra detrás de la mayoría de sus procesos, y de las impresoras 3D, que permiten darle vida real a los protagonistas.
Charles Díaz, un hombre fanatizado por la película dirigida por el ganador del Premio Oscar Christopher Nolan, comenzó este proyecto hace dos años sin esperarse que pudiera lograr algo tan avanzado. Su idea era elaborar un robot simple que tuviese el aspecto de Tars y que a lo sumo pudiera moverse como él.
Sin embargo, con el avance de la tecnología y especialmente de ChatGPT, el chatbot de OpenAI, su proyecto se modificó. A partir de poder implementar esta herramienta, el robot recibió el nombre de GPTARS y aplica una versión personalizada de este sistema en la Raspberry Pi 3B para ejecutarla. Sin la aplicación que dirige Sam Altman esto no hubiese sido posible y se hubiese quedado en algo más pequeño.
Las principales capacidades de Tars
Desde que logró incluir ChatGPT al funcionamiento interno de su robot, Charles Díaz consiguió que el dispositivo tenga la capacidad de interactuar con el entorno e incluso poseer el mismo conocimiento que el de la película. Para ser controlado, utiliza un mando que funciona a partir del Bluetooth y cuenta con una pantalla HDMI de 5 pulgadas.
Posee una estructura de aluminio en la que se le han montado piezas impresas en 3D, de modo que puede simular el clásico aspecto que los diseñadores de arte le entregaron en la película. Su última versión cuenta con unos brazos robóticos duales que le otorgan una mayor verosimilitud y semejanza al de Interstellar.
En cuanto a sus capacidades, puede hablar por sí mismo, por ejemplo, respondiendo cómo es su nombre (aquí dirá Tars, como en el film). Pero también tiene habilidades más complejas, como la solución de acertijos o contestar preguntas difíciles, moverse por su propia cuenta y funcionar de manera autónoma al mando Bluetooth.
Las dificultades para copiar el movimiento del Tars original
Una de las peculiaridades más interesantes detrás del desarrollo del robot fueron las complicaciones que tuvo Díaz a la hora de poder imitar el movimiento que tenía el dispositivo en la película, algo que se solucionaba más fácil en la pantalla porque se podían recurrir a trucos como la pantalla verde u otras estrategias cinematográficas.
Aquí, como esto no es posible, Díaz tuvo que descubrir que el peso excesivo de las baterías NiMH con las que conectaba a la máquina le producían grandes problemas a su modo de andar, en especial porque todos los movimientos eran demasiado bruscos. Como consecuencia, todas las piezas impresas en 3D se rompían en tan solo unos pasos.
Pero mientras se encontraba en medio de este desarrollo, encontró que las piernas del robot necesitaban de un movimiento adicional hacia arriba y hacia abajo para poder caminar como en la película. Sin haber descubierto esta característica, hubiese sido imposible imitar al original de Interstellar, que era su principal objetivo.
De esta manera, construyó el primer Tars sobre una base de aluminio en el que su estructura se asemejaba al de una columna vertebral, montando piezas de policarbonato impresas en 3D. Luego todo este conjunto fue cubierto por una carcasa de aluminio y por un protector de pantalla de policarbonato. Luego se le dieron todos los detalles para que se asemejara al del film.
Cuál es el plan del creador de Tars
Charles Díaz comentó en una entrevista que tiene pensado seguir mejorando su creación, que todavía se encuentra en fase de desarrollo, para poder compartirla con otros fanáticos de la película para que puedan construir su propio dispositivo en sus hogares. Se trata de una idea que busca que las personas puedan realizar sus propias iniciativas con esta tecnología.
Por el momento, ya confirmó que la integración de ChatGPT ya le permitió darle una mayor personalidad a su invento, aunque todavía no se encuentra listo para ser compartido con los demás usuarios. Todavía pretende darle el toque final y que logre parecerse mucho más a aquel personaje que enamoró a los fanáticos.
De todas maneras, esta creación de un Tars en menor tamaño comprueba que las películas de ciencia ficción tienen un avance en la robótica y que muchos fanáticos con dedicación pueden tener sus propias experiencias gracias a otras tecnologías, como es el caso de la Inteligencia Artificial y de la impresión 3D.