Redes sociales: un estudio marcó la dependencia de los jóvenes

Una investigación descubrió que existen muchos adolescentes que sienten la necesidad de estar conectados varias horas del día a las redes sociales.
redes sociales

Hoy la mayoría de las personas ya forman parte del mundo de las redes sociales. Ya sea por Facebook, Instagram, Tik Tok, Youtube o X, las aplicaciones son parte de las actividades diarias de cientos de millones de usuarios todos los días. El consumo que realizan los jóvenes fue el centro de investigación de un estudio. 

En este sentido, el análisis estuvo enfocado en los problemas que produce la adicción a las redes sociales, aún más cuando se genera una dependencia de las mismas. En relación a esto, se halló que hay una creciente preocupación por la salud mental de un sector de la sociedad que está vinculado a la utilización de estas plataformas digitales. 

Quién elaboró el estudio sobre las redes sociales y su consumo

La investigación recibió el título de «Impacto del aumento del uso de Internet y las redes sociales en la salud mental de jóvenes y adolescentes» y fue realizada por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) y el el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital de España con el objetivo conjunto de advertir sobre las implicancias de estas herramientas.

En este sentido, la finalidad principal detrás del estudio es advertir a los jóvenes y a los adultos de las consecuencias que conlleva un consumo excesivo de las redes sociales. Entre ellas destacan el estado de ánimo y algún problema que se genera en el cerebro, como la dependencia y la necesidad de estar activo en Internet.

Qué expresó el estudio sobre las redes sociales y los jóvenes

Uno de los puntos centrales del informe se concentró en la actividad de los niños y los adolescentes de entre 12 y 16 años. Allí, encontraron que el 33% de ellos podría estar generando una dependencia más que compulsiva sobre las redes y sobre otras páginas de Internet. En comparación, esta cifra alcanza el 11,3% entre los jóvenes de 15 a 24 años.

Todas estas aplicaciones son utilizadas de forma frecuente por los jóvenes.

De todas maneras, ambos están en riesgo de convertirse en adictos a las redes. El principal temor radica en que los dos rangos etarios podrían llegar a estar desarrollando una dependencia compulsiva que los impulsa a mantenerse activos durante varias horas del día. De todas maneras, existen varios síntomas que preocupan a los investigadores. 

Cuáles son los problemas de la adicción a las redes sociales

El informe fue publicado en colaboración con Digital Future Society, un programa que suele abordar lo que está ocurriendo con el mundo de Internet, la informática y la computación. Allí, se divulgaron cuáles son las actitudes que derivan de este consumo excesivo. La que más figura entre los jóvenes es la necesidad de estar en constante actividad y conexión. 

Pero también se descubrió que existen varias señales que reflejan la abstinencia que sufren al no estar conectados a las redes sociales, y aún más cuando no tienen ninguna conexión a una red de WIFI. A su vez, esto también provoca otros problemas como la perturbación de otras actividades cotidianas que se ven desplazadas. 

Otros datos relevantes compartidos en el estudio

Por otra parte, aunque ligado al desplazamiento de las actividades cotidianas o a las obligaciones, los investigadores encontraron que el 44,6% de los estudiantes que fueron encuestados para el informe admitieron que el tiempo que le dedican a permanecer en línea termina impactando o disminuyendo la cantidad de horas que deberían ser para la escuela. 

Lo que más preocupa a los investigadores del estudio es que se desplacen actividades escolares o físicas.

Más allá del ámbito educativo, también afecta otros aspectos cotidianos, como el ejercicio físico, que se ve reemplazado por el tiempo que se destina a las redes sociales. En este sentido, varios de los encuestados afirmaron que redujeron sus actividades al aire libre o sus asistencias a eventos culturales. 

La vida social en la era de las plataformas en línea

Si bien estar conectados les permite estar en permanente diálogo con una serie de usuarios, ya sea amigos de la cotidianidad como otros navegantes que conocieron a través de las plataformas, las redes sociales contribuyen, según los encuestados, a modificar cómo se sienten en la realidad. El 26% de ellos destacó que se hallan más aislados como consecuencia del tiempo excesivo frente a las pantallas.

Los aspectos positivos y las ventajas de las redes sociales

Pese a que el estudio se centró en muchos aspectos que dificultan la vida en sociedad, también encontró una serie de variables en las que las plataformas contribuyen a mejorar de forma significativa el desempeño de los niños, los adolescentes y los jóvenes. Aunque, en ciertas ocasiones, responde a un uso moderado de las mismas. 

Las aplicaciones también tienen varios aspectos positivos que son destacados por el estudio.

Teniendo en cuenta que las redes sociales ya forman parte de la vida cotidiana de casi la totalidad de las personas, es casi imposible mantenerse aislado de ellas. Por esa razón, el estudio acepta que las nuevas generaciones están acostumbradas a que sean parte de su vida cotidiana. Es por este motivo que considera que la mejor forma de utilizarlas es de forma moderada. 

Acerca de este punto, desde las entidades subrayan que las redes juegan un papel importante para la aceptación social de otros individuos, para poder mantener relaciones a distancia con los seres queridos y también con otros usuarios, y para expresarse de manera libre y creativa. Es por ello que equilibrar su uso es vital para no fomentar la adicción. 

Algunas soluciones posibles

La educación sobre los riesgos y las posibilidades que las redes sociales le otorgan a los jóvenes son vitales para los investigadores. Lo ideal sería que se implementen medidas preventivas que garanticen la seguridad en su utilización y que disminuyan la posibilidad de sentir la necesidad de estar conectado durante varias horas del día.

En conclusión, lo mejor es encontrar un modo de equilibrar la vida online y la vida offline, mientras se concientiza acerca de los peligros de destinar muchas horas del día a permanecer activo digitalmente

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